Nuestra Visión

 
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Amar

Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

Marcos 12:30-31

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Cuidar

La Iglesia Nuevo Comienzo es una comunidad multi-generacional que provee la oportunidad para que todos se conecten por medio de grupos pequeños en comunión y transformación. Siguiendo el modelo del ministerio de Jesús, creemos que los servicios no son sólo por una hora los domingos en la mañana, sino también en los hogares donde se reúnen dos o más, ya sean creyentes o no. Creemos que todos necesitan el toque sanador de Jesús y el amor por medio de los demás.

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Servir

…como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir. Mateo 20:28. Como seguidores de Cristo, es nuestro deseo ayudar y amar a la gente como Jesús lo hizo durante su ministerio. Aquí en la Iglesia Nuevo Comienzo, queremos levantar líderes con un carácter incuestionable y un corazón generoso que anhela ayudar a los más necesitados. Con esa mentalidad, utilizamos los dones que Dios nos dio para glorificarlo con nuestras acciones, e impactamos las vidas de otros demostrando el amor y el perdón que ya hemos recibido.


Nuestra Doctrina

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Liderazgo

Ser una comunidad que desarrolla el liderazgo al cultivar los dones únicos de cada persona en obediencia a Jesucristo, nuestro líder.

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Discipulado

Ser una comunidad que desarrolla seguidores maduros de Cristo por medio de la enseñanza de la Biblia, compañerismo y servicio, que a su vez desarrolla otros discípulos.

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La iglesia

Ser una comunidad que enseña la Palabra de Dios y predica el evangelio en el mensaje y en la música, pero manteniendo la pureza de la doctrina; dando la oportunidad de salvación a todos, porque a Dios le importan todos.

 
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Alcance

Ser una comunidad que sirva a las necesidades de la comunidad, y más allá, a través de las buenas obras.

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Consejería

Ser una comunidad de sanidad que reconoce que todos hemos sido quebrantados por el pecado, y necesitamos el toque sanador y el amor de Jesús.

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La Familia

Ser una comunidad multi-generacional que provee oportunidades para que todos se conecten a través de grupos pequeños de comunidad y transformación.


Nuestra Fe

1. Las Escrituras – Las Escrituras, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, fueron inspirados por Dios y son la revelación de Dios para el hombre, la ley infalible de la fe y la conducta.

2. El Dios Verdadero – El Dios Verdadero se ha revelado como el Eterno “Yo Soy,” el Creador del cielo y de la tierra y el Redentor de la humanidad. Se ha revelado a sí mismo como el Padre, Hijo y Espíritu Santo.

3. La Deidad del Señor Jesucristo – El Señor Jesucristo es el Eterno Hijo de Dios, las Escrituras Declaran:

a)      Su Nacimiento de una virgen – Mateo 1:23; Lucas 1:31, 35

b)      Su vida sin pecado – Hebreos 7.26; 1 Pedro 2:22

c)      Sus milagros – Hechos 2:22, 10:38

d)      Su obra en la Cruz – 1 Corintios 15:3, 2 Corintios 5:21

e)      Su Resurrección de los muertos – Mateo 28:6; Lucas 24:39; 1 Corintios 15:4

f)       Su Exaltación a la diestra de Dios – Hechos 1:9,11; Filipenses 2:9-11, Hebreos 1:3

La Caída del Hombre 

El hombre fue creado bueno y recto; Dios dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Sin embargo, por una transgresión voluntaria, el hombre cayó de la gracia y sufrió las consecuencias de la muerte física, pero también de la muerte espiritual que es la separación de Dios. 

La Salvación del Hombre 

La única esperanza del hombre para tener la redención es por medio de la sangre derramada de Jesucristo el Hijo de Dios. 

  1. Condiciones para la Salvación: La salvación se recibe a través del arrepentimiento hacia Dios y por la fe en el Señor Jesucristo. A través del lavamiento de regeneración y la renovación del Espíritu Santo, siendo justificado por la gracia por medio de la fe, el hombre se convierte en un heredero de Dios según la esperanza de la vida eterna (Lucas 24:47; Juan 3:3; Romanos 10:13-15; Efesios 2:8; Tito 2:11; 3:5-7) 

  2. La Evidencia de la Salvación: la evidencia interna de la salvación es el testimonio directo del Espíritu (Romanos 8:16). La evidencia externa para todos los hombres es una vida de rectitud y santidad verdadera (Efesios 4:24; Tito 2:12). 

La Ordenanza de la Iglesia 

El bautismo en agua. La ordenanza del bautismo por sumersión fue ordenada en las Escrituras. Todo aquel que se arrepiente y cree en Cristo Jesús como Salvador y Señor debe ser bautizado. Así le declara al mundo que ha muerto con Cristo y que también han sido resucitados con él para caminar en una nueva vida (Mateo 28:19; Marcos 16:16; Hechos 10:47; Romanos 6:4) 

La santa cena que consiste en los elementos: el pan y el fruto de la vid – es el símbolo que expresa nuestra participación en la naturaleza divina del Señor Jesucristo (2 Pedro 1:4); un recuerdo de su sufrimiento y de su muerte (1 Corintios 11:26); y la profecía de su segunda venida; así se nos ordena a los creyentes ¡hasta que él vuelva! 

El Bautismo en el Espíritu 

Todos los creyentes deben esperar ardientemente y buscar seriamente la promesa del Padre, el bautismo en el Espíritu Santo y en fuego, conforme al mandamiento de nuestro Señor Jesús. Esta era la experiencia normal para todos en la iglesia primitiva. Con el bautismo, el creyente será dotado de poder para la vida y el servicio, se le otorgarán los dones y su uso para la obra del ministerio (Lucas 24:49; Hechos 1:4,8; 1 Corintios 12: 1-31). Esta experiencia es distinta al nuevo nacimiento y viene después de este. (Hechos 8:12-17; 10:44-46; 11:14-16; 15:7-9). Con el bautismo en el Espíritu Santo viene una llenura rebosante del Espíritu (Juan 7:37-39; Hechos 4:8), una reverencia más profunda hacia Dios (Hechos 2:43; Hebreos 12:28), una consagración más intensa para Dios y la dedicación a su obra (Hechos 2:42), y un amor más activo por Cristo, por su palabra y por los perdidos (Marcos 16:20). 

La Evidencia inicial del Bautismo en el Espíritu Santo 

El bautismo del creyente en el Espíritu Santo se confirma por la señal inicial de hablar en otras lenguas como el Espíritu de Dios le da a entender. En este caso el hablar en lenguas es, en esencia, lo mismo que el don de lenguas, pero es diferente en cuanto a su propósito y su uso. 

La Santificación 

La santificación es el acto de separarse del mal, y de dedicarse a Dios. Las escrituras enseñan una vida de “santidad sin la cual nadie verá a Dios.” Por el poder del Espíritu Santo, somos capaces de obedecer el mandato: “Sed santos porque yo soy santo.” 

La Iglesia y su Misión 

La iglesia es el cuerpo de Cristo, la habitación de Dios por medio del Espíritu, con designios divinos para el cumplimiento de la Gran Comisión. Cada creyente nacido del Espíritu es una parte integral de la asamblea general y de la iglesia del primogénito, los cuales están inscritos en los cielos (Efesios 1:22,23; 2:22; Hebreos 12:23). Ya que el propósito de Dios para el hombre es buscar y salvar lo que se había perdido, ser adorado por el hombre, crear un cuerpo de creyentes a la imagen de su Hijo, y demostrar su amor y compasión a todo el mundo, la razón principal de ser de las Asambleas de Dios como parte de la iglesia es: 

  1. Ser una agencia de Dios para evangelizar al mundo (Hechos 1:8; Mateo 28:19,20; Marcos 16:15,16). 

  2. Ser un cuerpo colectivo en el que el hombre pueda adorar a Dios (1 Corintios 12:13). 

  3. Ser un conducto del propósito de Dios para crear un cuerpo de santos perfeccionados a la imagen de su Hijo (Efesios 4:11-16; 1 Corintios 12:28; 14:12). 

  4. Ser un pueblo que demuestre el amor de Dios y su compasión para todo el mundo (Salmo 112:9; Gálatas 2:10; Santiago 1:27). 

Las Asambleas de Dios existe expresamente para enfatizar continuamente esta razón de seguir el patrón apostólico del nuevo testamento enseñando y exhortando a los creyentes a ser bautizados en el Espíritu Santo. Esta experiencia: 

  1. Nos permite evangelizar en el poder del Espíritu con las señales sobrenaturales acompañantes (Marcos 16:15-20; Hechos 4:29-31; Hebreos 2:3,4). 

  2. Añade una dimensión necesaria a la relación de adoración con Dios (1 Corintios 2:10-16; 1 Corintios 12-14). 

  3. Nos permite responder a la obra plena del Espíritu Santo al expresar los frutos, los dones y los ministerios como en los tiempos del nuevo testamento para la edificación del cuerpo de Dios. Y para cuidar de los pobres y los necesitados en el mundo (Gálatas 5:22-26; Mateo 25:37-40; Gálatas 6:10; 1 Corintios 14;12; Efesios 4:11,12; 1 Corintios 12:28; Colosenses 1:29). 

El Ministerio 

Un ministerio divino y ordenado espiritualmente ha sido provisto por nuestro Señor para los cuatro propósitos de dirigir a la iglesia: (1) la evangelización del mundo (Marcos 16:15-20), (2) la adoración de Dios (Juan 4:23,24), (3) crear un cuerpo de santos perfeccionados a la imagen de su Hijo (Efesios 4:11,16), y (4) satisfacer las necesidades humanas con ministerios de amor y compasión (Salmo 112:9; Gálatas 2:10; 6:10; Santiago 1:27). 

La Sanación Divina 

La sanación divina es una parte integral del evangelio. La liberación de la enfermedad es provista en la unción, y es el privilegio de todo creyente. 

La Esperanza Bienaventurada  

La resurrección de los que duermen en Cristo y su transformación junto con los que aún viven y permanecen hasta la venida del Señor es la esperanza bienaventurada y venidera de la iglesia.

El Reino Milenial de Cristo 

La segunda venida de Cristo incluye el arrebatamiento de los santos, que es nuestra esperanza bienaventurada, seguida del regreso visible de Cristo con sus santos para reinar en la tierra por mil años (Zacarías 14:5; Mateo 24:27, 30; Apocalipsis 1:7; 19:11-14; 20:1-6). Este reino milenial traerá la salvación de la nación de Israel (Ezequiel 37:21,22; Sofonías 3:19,20; Romanos 11:26,27) y el establecimiento de la paz universal (Isaías 11:6-9; Salmo 72: 3-8; Miqueas 4:3,4). 

El Juicio Final 

Habrá un juicio final en el que los muertos serán resucitados y juzgados de acuerdo con sus obras. Cualquiera que no sea hallado en el libro de la vida, será consignando al castigo eterno, junto con el diablo y sus ángeles, la bestia y el falso profeta, en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda (Mateo 25:4; Marcos 9:43-48; Apocalipsis 19:20; 20:11-15; 21:8) 

Cielos Nuevos y Tierra Nueva 

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.” 


Nuestro Liderazgo

Pastores Alfredo y Aurora Hernández

Pastores Principales 


Líderes de Ministerio

Pedro y Sonia Neria
Coordinadores Grupos de Vida

Abel Romero
Director de Alabanza

Pedro Neria
Líder de Varones

Sofia Romero
Líder de Intercesión

Paloma Gaytan y Aimee Neria
Ministerio de Niños y Preadolescentes

Erika Resendiz
Líder de Ujieres

Sinaí Puente y Zeida Ramirez
Líderes de Jóvenes

Verónica Acosta
Coordinadora de Eventos

Gonzalo Ruiz
Asistente de Ministerio